lunes, 8 de marzo de 2010

Sin tetas no hay paraíso


Y yo debería de levantar alguna demanda del por qué las mujeres llegamos a sentirnos tan despreciadas, tan sobajadas, por nuestra apariencia física. Como si la fortaleza de nuestro espirítu radicara en el tamaño de nuestros senos y en lo plano de nuestro vientre.
Como si la grandeza de nuestra intuición tuviera cabida en un par de piernas bien torneadas; y si no es así, entonces ¿no valemos?.

Si acaso la gravedad ya hizo de las suyas en mis senos, ya no soy digna de un lugar en la sociedad, o merecedora de una caricia masculina y ya en última instancia hasta de una caricia femenina.
¿Acaso mis caderas pueden explicar de una manera más sustancial lo complacida que estoy de contemplarte, tal y como lo hace mi sonrisa o un simple suspiro?
Siento que la humanidad comienza a guardarle un culto especial a la vanidad y la banalidad existencial de los estereotipos carnales. No sé a quién culpar por tal atrocidad.
Obviamente no estoy peleada con el hecho de cuidar nuestro cuerpo, yo lo hago.
Pero Dios (aunque no debería de meter a Dios en mis traumas), los vicios, mis padres y la comida rápida, me han hecho una mujer de proporciones grandes, pero aún así
a la fecha no he recibido ningún reclamo por parte de los caballeros y una que otra fémina. La realidad es que una constante lucha contra nuestros cuerpos es la que las mujeres llevamos a costa todos los días al despertarnos y mirar en el espejo la imagen retorcida y desproporcionada que nuestra propia enferma mentalidad crea.

Y muy bien estoy en un punto de mi vida en el que se le da más importancia que antes a la imagen, el peso, las medidas, el puesto y el desempeño de la mujer, pero no me siento comprometida conmigo misma para afrontar dichos "obstáculos" más bien estoy más encaminada a desarrollarme como artista y como profesionista independiente y si por trabajar en mi crecimiento tengo que sacrificar mi "belleza" pues creo que al ritmo que voy a mis 25 años no tengo muchas oportunidades de participar en algún concurso de belleza, tristemente.

Espero que el mayor reconocimiento que reciba en mi vida, sea más que un pisapapeles que acostumbra dar mi Universidad por haber sido alumna distinguida o haber ganado algo en la semana de la creatividad. Creo que con que me dedicaras tu tiempo para escucharme, para mirarme sin preguntar mi estado emocional, o besarme sin esperar que termine arrancandote la ropa, sería el mayor reconocimiento que como mujer puedo recibir.

Yo invito a que nuestra belleza se compare en medida de nuestros logros y de las acciones que ejercemos como seres independientes y autosuficientes.

¿Será que por mis ideales "feministas" son los que han alejado a mis seudos conquistas? o ustedes caballeros ¿no se sienten lo suficientemente capaces de lidiar con una chica independiente que en algún momento les pague la cuenta?

Por lo pronto fumaré mi útimo porro al lado del sensual Adán y talvez me deje sobajar sólo un poquito por su masculinidad y su arrogancia de "machin" total él paga las chelas.


FELIZ DÍA MIS MUJERES <3

1 comentario:

Fafahrd dijo...

Muchos hombres no tienen el valor de lidiar con una mujer independiente, tal como la planteas.

No saben que es más sencillo que con una co-dependiente clásica

Bien por ti!